martes, 18 de enero de 2011

Insomnio & nostalgia:beaucoup de questions.

Trueno mis labios siempre que algo pasa por mi cabeza, es como una manía imparable de sobrevivir a las preguntas sin respuesta que permanecerán como crujidos lentos y continuos.

Se acercan las fechas, en que estaba ansiosa como ahora, solitaria como ahora y escribiendo a altas horas de la madrugada, cosas que seguramente me torturaran si duermo, me harían girar toda la noche como un remolino ebrio sin destino en toda la cama hasta desesperar.
Preguntas que de antemano te sigues llevando a la cama, pero que revolcaste por un rato entre la arena de las hojas y la pluma.
¿Hasta qué punto, te vas de ese lugar, y sabes que nadie vuelve contigo a casa esa noche?, nadie entra entre tus sabanas e intenta introducirse a él origen de esas preguntas que te persiguen por horas, remontando a las ideas que te abordan antes de dormir.
¿Hasta qué punto ya no estás en compañía y dejas entrar el silencio cuando ya no son horas de estar con alguien?, Y te penetran las ideas y las nostalgias más grandes del mundo, que son capaces de desaparecer con el crujido de una pisada.
¿Cuál es el punto de partida, en donde debes continuar sola, porque nadie más puede acompañarte?
Frete a un escenario pintado de sangre y serpentinas, el estridentismo de las ideas marca la pauta, y aunque se habla mucho y se entiende poco, yo solo sé que extrañare mucho, permanecer despierta por horas eternas de madrugada y escuchar mis ideas en lenguajes que no tienen palabras, en lenguajes que quizá nadie entiende o no quieren entender.
Coserse en un caldo de sensaciones, de sensibilidad, y llorar por el simple hecho de que extrañaré mucho escribir mientras siento eso que tu críticas , eso que te es incomprensible, eso que no te importa tanto por el hecho de ser diferente.
¿Cuándo debo saber el momento indicado, en el que yo sigo y tú no sigues con migo, aun que te encuentres allí?
Espero el momento, en el que aunque se me estén disolviendo las rodillas por temblar de manera incomprensible, deba dar el primer paso de toda mi vida, y levantar la mirada como si fuera la mujer más fuerte del mundo, sintiendo mis escritos hechos bolita dentro de mi abrigo, mientras los presiono fuertemente, y recordando en las siguientes madrugadas en que permaneceré muy despierta, que en algún momento estuve aquí abusando del café ,divagando sobre las cosas más recónditas de mi mente y trabajando el papel como si se labrara la tierra con los dedos.
Espero el momento en el que aun así, puedas acompañarme a donde voy, y no me dejes olvidar, que en algún momento fui una espora incomprendida que no era capaz de comunicarse, si no era escribiendo.


lunes, 10 de enero de 2011

Llena de sombras, de noches y deseos, de risas y de alguna maldicion

domingo, 9 de enero de 2011

¿Polémicas?


¿Qué caso tiene vencer en una discusión? Ninguno, si acaso aumentarle un poco de peso a la vanidad. Porque si la única meta de la discusión es poner de rodillas a nuestro oponente entonces la conducta más sabia es retirarse de la mesa.
Sobra decir que después de una buena conversación uno se fortalece pues ha tenido oportunidad de asomarse a la vida moral de otra persona. Esto casi nunca sucede porque los oídos sordos son moneda común en estos días en que la "polémica" suele ser tan bien considerada. Una de las causas de esta sordera epidémica es el idealismo: un hombre quiere defender a toda costa sus principios aunque para eso tenga que valerse de crímenes o mentiras (cada vez que un hombre defiende sus ideales hasta las últimas consecuencias alguien sale lastimado). No me opongo a que para vivir con cierto orden o realizar sus proyectos las personas acumulen principios, pero de eso a poner cemento en sus oídos existe todo un abismo.
No quiero hacerme la importante, pero creo poder reconocer a quienes en una discusión lo único que persiguen es recolectar adeptos o imponer sus opiniones. Y no les importa lo sutil o ingenioso de tus argumentos, a sus ojos sólo eres un aspirante a ser convertido, a formar parte de su ejército. Incluso creo ser capaz de reconocerlos cuando se disfrazan de seres tolerantes y comprensivos (son los peores). En opinión de algunos filósofos nuestros juicios éticos se reducen a lo siguiente: primero tenemos intuiciones y después intentamos imponerlas a quienes no poseen esas mismas intuiciones. Estoy seguro de que al leer este artículo más de uno ha pensado en esos religiosos que, libro divino en mano, van los domingos por la mañana tocando puertas para sepultar bajo el peso de sus teorías a los inocentes. Es verdad, aunque no se debe perder el sentido del humor en este caso. Recuerdo a una tía mía que se hallaba tan sola como un ornitorrinco y solía prepararse a conciencia cada domingo para recibir la visita de los evangelistas. Apenas abría la puerta los invitaba a pasar a su sala, les ofrecía limonada o galletas y en seguida comenzaba a discutir con ellos y a contradecirlos. Como después de varias horas ninguna de las posiciones cedía, los predicadores se marchaban exhaustos, pero orgullosos de haber intentado conducir a esa pobre vieja por el camino del bien. ¡Qué manera de prodigarse compañía! Fue una tragedia que después de un año los predicadores perdieran la paciencia y corrieran el rumor entre sus camaradas de que en esa casa no se hacía otra cosa que perder el tiempo. La tía volvió a quedarse sola.
La gracia que me causan los predicadores no es de ninguna manera una falta de respeto hacia ellos. En cambio, los políticos y servidores públicos que fingen escuchar a las personas únicamente con el propósito de ganarse su confianza y esquilmarlos me parecen repugnantes. ¿Alguien conoce a uno? En tierra de sordos es comprensible que pasen montones de años y las polémicas que deberían propiciar bienestar y acuerdos causen justamente lo contrario. En fin, no añadiré más palabras a la desgracia y me concentraré por ahora en los celos. Los celos son cruciales para entender estos asuntos de la sordera. La conciencia de ser engañado no acepta lógica ni argumentos. El celoso escucha sólo lo que quiere escuchar y el desasosiego que le causa la traición imaginaria no le permite actuar con propiedad. Las palabras del traidor suenan siempre sospechosas. Yo he tenido miles de discusiones acerca de estas cuestiones (imaginen lo que deseen) y sé que los oídos del celoso están hechos de piedra.
Si en una discusión se concibe al otro como un contrincante al que debe vencerse, ¿a qué horas van a resolverse los problemas comunes? Un polemista que sabe escuchar, dice Richard Rorty, espera que el otro posea mejores ideas que las suyas. No es sencillo: ¿cómo voy a reconocer que una opinión es más acertada que la mía? (en mi caso no hay problema porque cuando me pongo pesimista creo que el otro siempre tiene razón, y me olvido). No existen verdades absolutas, sino acuerdos que se vuelven verdades. Carajo, ahora la que predica soy yo y eso que hoy es Domingo.

viernes, 7 de enero de 2011

Por que no sabe ni como ni cuando ha pasado.Solo sabe que la ultima vez una de esas niñas rubias  de vestidos azules y mirada cristalina, que antes le resultaban irresistibles, le sonrió,el no puede dejar de pensar en cuanto le gusta la cara esa que pones cuando finges  estar enfadada con el y el pretende creerte.

Distancias.

Nunca fui buena para las medidas, ya lo sé. Siempre te sentí próximo, aunque ahora creo que mi deseo no se ajusta a la realidad como hubiese querido. Y eso que, a veces, siento estar a escasos centímetros, con tu piel apenas rozando la mía. Entonces, te advierto cercano, tanto, que creo que estas dentro de mi pecho y que susurras mi nombre en cada uno de tus latidos. Pero los centímetros pueden volverse metros, incluso kilómetros con un simple aleteo de  indiferencia. Y así notar como te alejas, de espaldas a mí, recorriendo un camino sin vuelta atrás. Y llegar a verte en la lejanía, con tu silueta tapando la luz del sol, de donde quizá nunca te moviste. .  El brillo de tus ojos sólo destellaba por puro efecto de la luz. Es posible que debido a esto volví a creer ser aquella niñita  ilusa que pensó que la distancia es algo que se mide con cinta métrica, marcada con sus números, una cuestión de perspectiva, sin caer en la cuenta que tú, casi sin querer, rompes cualquier cálculo o aproximación que yo pudiera hacer.
Materializar lo espiritual hasta hacerlo palpable; espiritualizar lo material hasta hacerlo invisible; ése es todo el secreto del arte.

T.

jueves, 6 de enero de 2011

Most.

He descubierto que la vida consta de dos elementos contradictorios: uno son las palabras, que pueden cambiar el mundo. El otro es el propio mundo, que no tiene nada que ver con las palabras.

Aveces las palabras son un fraude. Quiza para transformar la realidad en algún momento escribiendo se debe mentir. Pero la acción nunca miente. ¿Pueden seguir unidos el arte y la acción? Esa armonía sólo puede darse en un breve fogonazo, en un sólo instante.

miércoles, 5 de enero de 2011

Tease me.

Y aquí estamos otra vez, en poco pero probable espacio.

¿Cuántas caras tenemos hablando del deseo? ¿Cuántas manos? ¿Es posible hablar del fuego desde el fuego?

Tu fuego.
Es una ilusión. Existe como fantasma pero su mito está escrito en mi cuerpo. En la piel llevamos ese destino ardiente y brota de pronto como un ser sonámbulo. Su aventura es querer tocar el fuego, soñar despierto, asombrarse, ...
Tú me miras, me acaricias.
Haz lo que quieras, rodeando mi cuello,provócame, y espera mi respuesta,
rápida o lenta, sólo quiero hacerte y que me hagas.


Ya prácticamente me da todo igual, ya no me ruborizo por cualquier cosa.


Demasiada confianza, demasiadas ganas para ello.


Ya me queda poca inocencia, y mucha imaginación.


tu voz resuena  en la redacciónde tus palabras mientras que sales de tu despacho para acercarse a mi mesa
Acaríciame la espalda, bésame el cuello, muérdeme,de tal forma que extraigas los sintomas de la persecusion a tu hacia tu sexo, que es sutil y solo roza mis ideas se seguir adelante, tócame el pecho, pasa tu mano por donde quieras... Dame placer.
Contempla mi reacción, y espera mi respuesta.






Podría escribir mucho más, pero quizá sería demasiado porno,dice mi cabeza.


así que... me voy con mis pensamientos a otra parte XD.




Nocturna.

¿Qué es lo que hace a la noche tan misteriosa? ¿Qué nos hace dormir, soñar y despertar por la mañana con los ojos pegados a la carne, la boca seca y el pelo revuelto, con los pies fuera de la cama, la pijama por las rodillas y unas incontenibles ganas de querer derretir los suspiros de terror en algo mas sutil? ¿Acaso hay alguien en algún lugar, velando para que todo ocurra como tiene que ocurrir? Cierto es que Tim nunca se hizo estas preguntas, pero desde el momento en que, sentado sobre el tejado del orfanato abandonado, vio caer del cielo aquella pequeña y frágil estrella,antes de dormir, empezó a darse cuenta de que algo no era como él imaginaba.


martes, 4 de enero de 2011

Tosca

Una noche de luna media nueva y soledad, me adentré en un chat. Deseaba un rato de buena conversación. Siempre he pensado que la elección del nick te proporciona la primera criba cuando eres tú la que esperas que te elijan. Si te pones uno del tipo “alegre_conejita”, por ejemplo, ya sabes de antemano los privados que te van a llover y de qué calibre. Y yo buscaba una charla sensible y culta. Esa noche, sí. Tras un buen rato repasando mentalmente la lista de damas históricas y literarias, me pareció encontrar el alias idóneo para atraer al conversador deseado: Tosca.

Tosca es una de mis óperas preferidas, no sólo porque me encanta Puccini, sino porque las arias y la historia misma son de una fuerza arrebatada. Amor, celos, traición, lujuria y muerte. Una tragedia en toda su salsa. Y Tosca tan melodramática, perfecta para una noche de melancolía. Definitivamente, Tosca.
Recuerdo que no recibí demasiados privados. No me extrañó, la opera no es muy popular que se diga. En México, menos. De las invitaciones descarté aquellas que empezaban por “ola chiquita” o alguna grosería inclasificable y contesté a un “buenas noches, ¿te apetece charlar?” Me dio buena espina la corrección ortográfica. Adentrados en las presentaciones y las pertinentes preguntas, me resultó muy grato que no solicitara mi talla de sujetador. Oh, sí, cualquier mujer que haya chateado sabe muy bien la cantidad de veces que acaba cayéndote esa pregunta. Es de las más frecuentes. Esa, y si estás casada. No falla. Como se te ocurra decir que estás soltera, salen huyendo como demonios, los muy cobardes. No todos, claro está. De tanto en tanto, hay algún cándido que busca novia. O algún canalla que dice buscarla.
La conversación iba bien, no era para tirar cohetes, pero bien. Y en un momento dado, el hombre empezó a desfasar. Su cortesía inicial fue transformándose en un tono ramplón. Y a la incipiente vulgaridad le sucedió una sarta de frases soeces y zafias. No me lo podía creer, sobre todo porque yo no le había dado pie a semejante actitud. Y parecía tan educado. Estuve tentada de no contestarle siquiera y largarme de ahí. Pero no me lo llevó el cuerpo y como una fiera le puse firme. ¡Qué se había creído este cerdo! Y el señor reaccionó de una forma inesperada. Muy arrepentido, no dejaba de pedir perdón.


-¿Pero cómo te atreves a hablarme así?


- Lo siento muchísimo, te pido nuevamente disculpas. Creí que era eso lo que buscabas.


-¿Cómo dices?


- Sí, pensé que te gustaba que te tratara así.


- ¿Qué a mí me gustaba? ¿Y cómo demonios has sacado esa conclusión?


- Por tu nick.

lunes, 3 de enero de 2011

Vivo en una caja de zapatos. ¿Salir para siempre? Me daría demasiado vértigo.
 Dame solo diez minutos...para estirar las piernas...¿Quieres?

MMX

El MMX entró de manera inesperada, no tan explosivamente como esperaba quizá, pero si con un sabor agridulce. Siempre unos minutos antes de terminar el año logro pensar en las cosas que hice, en las personas que conocí, y en las personas que siguen siendo parte de mi vida, por lo menos hasta hoy. Pero no son los extremos los que definen un todo. En este bloque de momentos han pasado muchas cosas, que, buenas o malas, han definido un trozo de nuestra vida. El invierno entró bien, la primavera fue dudosa y, el verano frenético, el otoño fue de reencuentros y cambios, y este nuevo invierno está siendo demasiado frío pero basto .Se llena todo de expectativas y todos soñamos con algo, es ese picante juego entre la boca de desear algo y lograr tenerlo algún día, logras verlo irse, o logras tenerlo entre tus manos, así son los deseos, y el anhelo que tenemos de ellos. Solo quiero que las cosas se sitúen en planos estratégicos y no desear nada exactamente. Así es, este año aprobé y comprobé el hecho de que uno de nuestros más grandes errores es que esperamos algo de las personas, los anhelos sobe nosotros mismos es lo que tenemos. Tengo dos propósitos en este año que entra. Uno no viene a cuento, y el otro es no desear mas allá nada de nadie, solo ser sorprendida por lo que nace de la espontaneidad de los seres humanos me rodean, ser enamorada por actos que nacen, ser sorprendida por actitudes que jamás esperare ni siquiera que me pasen por la mente. Al menos te tengo a ti. Gracias por querer pasar un 2011 conmigo. Por si no lo sabías… te quiero.