jueves, 20 de octubre de 2011

Ahogarnos en un breve absorber simultáneo del aliento.


Parece que un beso te cerrara la boca.

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: 
déjame que me calle con el silencio tuyo

Déjame que te hable también con tu silencio ...
Cuando las palabras apenas comenzaban  en los labios.








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