lunes, 20 de febrero de 2012

Wislawa Szymborska


Wislawas Szymborska se asombra. Todo lo escribe entre el paréntesis del quizá y del no sé. No sabe por qué está aquí y no en otro lado, por qué viste una piel y no una cáscara. No sabe por qué está sola y con ella misma. Sólo en el escenario descubre de qué trata su obra. Si algo sabe es que la vida se vive al instante. Nunca un miércoles ha sido ensayo de jueves.
Wislawa Szymborska habrá sonreído cuando escribió
No sé si para otros,
para mí esto es del todo
suficiente
para ser feliz e infeliz:
Un rincón modesto,
en el que las estrellas
den las buenas noches
y hacia el que parpadeen
sin mayor significado.
Mujeres que a una le gustaría terminar siendo.

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